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Desde tierras de Misión

Nuestro Consiliario tiene un amigo misionero en Perú al que ayuda todo lo que puede. Así supimos nosotros del P. Alfonso y quisimos aportar nuestra pequeña ayuda. Para eso, en el Retiro-convivencia de inicio de este curso 2010-2011 destinamos la colecta de la Eucaristía a este fin. Él, a través de D. Juan Bautista, nos envía esta carta. Es ya un nuevo amigo de Domus Mariae a quien no olvidaremos en nuestra oración y seguiremos aportando nuestra ayuda material, para que sus generosos proyectos en favor de las gentes del Perú puedan estar más cerca de verse hechos realidad.

MembreteParroqPeru

Estimados amigos y amigas

San Ramón, 20 de noviembre de 2010

Reciban mis cordiales saludos de Paz y Bien.

Les cuento un poco el trabajo que hacemos por aquí.

            La Parroquia “San Ramón Nonato”, del Vicariato Apostólico de San Ramón, tiene una población de casi 30.000 habitantes, repartidos entre el pueblo y 40 anexos, la extensión es de casi 900 kms2. Las carreteras están todas sin asfaltar, excepto la principal que viene de Lima. Se visita las comunidades, más o menos, una vez al mes; algunas una vez al año; y otras casi nunca, porque la mayoría son de otras iglesias. Hasta hace unos 20 años la población rural bajaba al pueblo para los bautizos y otros sacramentos, los profesores preparaban a los niños, el sacerdote llegaba, confesaba y celebraba. Ahora las sectas han “invadido” literalmente y confundido a estas buenas gentes, pero sin formación. Varios anexos tienen hasta tres iglesias que porfían por los fieles. Los profesores ya no preparan a los niños, algunos son escépticos en materia religiosa y otros evangélicos. Nuestra presencia en estos lugares es urgente. Como verán en la hoja de anexos que les adjuntamos, visitamos mensualmente 21 escuelas rurales en las que hacemos un poco de catequesis con los niños, les hacemos cantar, llevamos útiles escolares al inicio del año, juguetes para Navidad y sobre todo nos hacemos presentes en la comunidad, vamos haciendo amistad con los profesores y otras personas, conocemos sus inquietudes y dificultades y cuando es preciso les apoyamos según nuestras posibilidades. En varias comunidades hemos gestionado algún proyecto, ayudado a ancianos, enfermos, o damnificados. La visita mensual se convierte así en nuestro nexo de unión con ellos; a través de los niños llegamos a los adultos.

             A esto hay que añadir todo el trabajo propio de parroquia: Misas (2 al día), Bautismos los sábados, confesiones todos los días, matrimonios de vez en cuando, entierros bastantes (varios a la semana) y unciones de enfermos con cierta frecuencia; catequesis de 1ª Comunión y Confirmación, Catequesis Familiar, Nifra (Niñez Franciscana); Infancia Misionera; Jufra (Juventud Franciscana), OFS (Orden Franciscana Seglar); Grupo de Oración Carismático; Legión de María; Divino Niño, Acción Social Parroquial y desde este año Pastoral del Diezmo, para el autosostenimiento de la Parroquia.

             Como sacerdote estoy solo, aunque un padre mayor me celebra la Misa de la noche. Hay una comunidad de religiosas, que son mi brazo derecho. Un misionero laico español, un seminarista en año de pastoral y un preseminarista en formación, a mi cargo. Como ven el tiempo es escaso y el trabajo largo. Como digo yo: la cama es muy grande y la manta muy chica, tiras de acá y destapa allá.

             Este es el trabajo “ordinario” y organizado. Además están la cantidad de personas que vienen a pedir ayuda, no sólo material. Personas con problemas personales, de pareja, de salud, con sus hijos, su familia y un largo etc. de miserias humanas a las que intentamos socorrer, aunque sólo sea escuchando pacientemente.

Por ser una parroquia en misión, hay también mucho por hacer en cuanto a infraestructura: iglesia, capillas, salones parroquiales, ambientes adecuados para la acción social, etc…El Estado no da ninguna ayuda para esto y son inversiones fuertes.

             La situación económica general tampoco ayuda mucho. Me río de la crisis española. Aquí vivimos una permanente crisis con épocas malas, y peores. Un alto porcentaje sobrevive en el día a día haciendo equilibrios malabares par salir adelante. Cualquier desgracia, accidente o enfermedad grave desequilibra su frágil economía familiar. Pero no quiero agobiarlos más. La gente tiene una capacidad de sufrimiento y aguante sorprendente, son capaces de tirar “p’alante” como sea. También hay un buen número de laicos y laicas en la parroquia muy comprometidos y colaboradores. La gente va colaborando desde su pobreza y son casi sesenta los diezmistas de la parroquia, o sea, personas que mensualmente dan una cantidad fija como su aporte agradecido a Dios. Por lo general la gente de la Parroquia es muy cariñosa y agradecida. Me siento rodeado por un gran aprecio y estima por parte de la gente manifestado visiblemente de múltiples y constantes maneras, que a veces me hacen avergonzar.

             En este último año hemos refaccionado la casa parroquial (falta la pintura que será para el próximo) de los años 40. Esto se hace con un proyecto presentado a Adveniat, de los católicos alemanes, pero el 10% lo tenemos que poner nosotros. Como en toda casa vieja, las obras son una caja de sorpresas y se gasta bastante más de lo presupuestado, todo eso debe salir de las arcas de la parroquia. Llevamos desde el año pasado haciendo actividades para recaudar fondos para pintar la catedral (mi parroquia es también la catedral del Vicariato). Estas últimas semanas la hemos pintado por dentro, además de reformar el presbiterio y agrandar las ventanas. Todo esto son unos 5000 euros (cinco mil). Hemos limpiado arreglado y dorado nuevamente la tapa del Sagrario que estaba muy deteriorada. Como el baño se ha hecho, como Dios se merece, con oro y plata, nos ha costado casi mil euros. Todos estos gastos estaban previstos y el dinero ahorrado desde tiempo, incluso los mil juguetes que compramos todos los años para repartir, junto con ropa, a los niños de los pueblitos más pobres y alejados. Lo que descuadró nuestra economía fue un desagüe completamente atascado, sin limpiar desde hace muchos años y que mezcla el agua de lluvias con la del desagüe. Ya ha empezado la época de lluvias y aquí lo hace con ganas. Hemos tenido que hacer nueva toda la instalación, picar las zanjas, en algún sitio de más de 2 metros, cambiar las tuberías, hacer nuevas cajas y nuevo empalme a la red troncal. Lo más urgente está hecho, pero hoy hemos tenido que paralizar las obras, porque se acabó el presupuesto. Espero a fin de mes recuperar algo del dinero prestado a otras personas y lo que va entrando en la parroquia para poder terminar.

             Desde hace dos años estamos con el proyecto de abrir un nuevo centro  de Acción Social Parroquial. El actual se ha quedado pequeño y está en lugar inapropiado pues la mayoría de los beneficiarios son ancianos y hay que bajar muchas escaleras comedor 

La “Acción Social Parroquial” ayuda: de forma regular, con la entrega mensual de unos poquitos víveres y ropa de segunda, que no alcanzan para cubrir la canasta familiar (ni mucho menos), pero es una ayuda para su escasa alimentación. De forma esporádica, cuando se enferman, con medicinas, e incluso acompañándolos al Hospital para que los traten con dignidad. Se intenta visitarlos en sus casitas y hacerles un seguimiento.

 Conscientes de que esto es muy poco estamos planteando un proyecto más ambicioso, que consiste en un “Centro de Acción Social Parroquial”, que consistiría en comedor para estos ancianos e indigentes, unos 10 cuartos, con dos camitas cada uno, para alojar a esos ancianos abandonados que no tienen donde quedarse. Un ropero y Botiquín parroquial. Debe tener una pequeña vivienda para una familia que se encargue de cuidar el ambiente y ver un poco por los ancianos. Con el tiempo podría haber un consultorio médico para indigentes. Para entretenimiento de los ancianos y generar algunos recursos, jaulas para la crianza de animales menores y una huerta donde cultivar algunas verduras y pastos.

 La financiación para la construcción del inmueble la buscaríamos, en su mayor parte, a través de cooperación internacional. Para la sostenibilidad, el botiquín y el ropero generan algunos recursos, para el comedor contamos con el aporte de los diezmistas que cubre los gastos. Además continuaríamos con la campaña de apadrinar un anciano.

 Hemos solicitado la donación de un terreno al Ayuntamiento pero hay un entrampado entre distintas oficinas municipales que no dan la respuesta. Como lo que me sobra es trabajo y preocupaciones, cuando una cosa no sale, me dedico a otras. Ahora estamos intentando dar el último empujón a ver si sale.

 Alguno estará pensando que “el que mucho abarca poco aprieta”, y es verdad, pero ¿a quién decimos que no? Yo me pregunto ¿qué es lo más urgente? Y no les he dicho todos los proyectos y necesidades que pasan por mi cabeza y mi corazón. Además del montón de situaciones familiares complicadísimas económicamente y moralmente que se presentan con frecuencia, que dejo para otra ocasión. No me queda más que recurrir a Dios y pedirle que tenga misericordia de nosotros y nos ilumine, nos conceda paciencia y caridad para tratar y recibir a cada uno como hijo de Dios y poder atender a aquellos que vienen a nosotros en busca de un alivio a sus angustias y problemas.

 Ahora, estamos como los grandes almacenes, en plena campaña navideña. Desde octubre, a las 21 escuelitas rurales que visitamos periódicamente, les pedimos las listas de los niños y sus hermanos menores, con nombre completo, edad y sexo, para comprar los juguetes antes de que suban de precio. Este año son 1100 niños aproximadamente. Les preparamos una bolsita a cada uno con su nombre, su juguete y en los pueblos más necesitados, una o dos prendas de ropa. Repartimos las comunidades entre los grupos parroquiales y cada uno se encarga de coordinar la visita previamente. Un día, próximo a la Navidad preparan chocolate para todos, se canta villancicos, se habla un poco del nacimiento de Jesús, algunos hasta hacen alguna representación, etc… Intentamos que ellos también participen. Después chocolate con panetón para todos. El panetón es una especie de bizcocho grande con pasas y fruta confitada típicamente navideño. Para terminar se les reparte su bolsita con su nombre. Unos la abren enseguida, otros esperan, otros le llevan a su mamá… toda una fiesta. Para muchos será su único juguete por Navidad, incluso la única celebración navideña. Como me dijo un niño, los únicos que celebran son los adultos bebiendo. … Así es.

 Lo voy a dejar, que si no, no termino nunca, llevo tres días (ahora son 6) y a trompicones para escribir estas letras. Perdonen las repeticiones, incoherencias y barbaridades estilísticas. Gracias por permitirme este desahogo.

Envío adjuntas algunas fotos.

Besos, abrazos y oraciones para todos de este aprendiz de misionero

 Alfonso.

 

CatedralAntes

La Catedral antes de las obras

CatedralDespues

La Catedral después de las obras

 PuertaSagrarioAntes

La puerta del Sagrario antes de la restauración

 PuertaSagrarioDespues

La puerta del Sagrario después de la restauración

Escolares1

Reparto de material escolar

Escolares2

Reparto de material escolar