madrid

lleida

figueres


btn contacto

 

 

 

 

 

 

Ya hemos acabado este curso y para celebrarlo fuimos el domingo 23 de Junio a Misa al Santuario de la Salud.

No éramos muchos pero lo pasamos muy bien. Coincidió que había una coral cantando y fue una ceremonia muy bonita.

La Hermana Carmen no pudo venir porque no se encontraba bien y Virginia porque estaba en Zaragoza.

Os deseamos muy buen verano a todos.

Adela

 

 

 

 

 



Soy un miembro de Domus Mariae de Figueras. Mi nombre es Adela y me gustaría dar testimonio de unos hechos que me han tocado vivir junto a mi hermana Ana.

Hemos tenido a mi padre enfermo en casa. Teníamos que ayudarle en todo porque él ya no podía valerse por sí solo. Tampoco queríamos dejar de cumplir con nuestro trabajo.

Había veces que pensábamos que no podríamos con todo. Pero Dios quiso ponerme a pruebe y entonces mi marido se cayó y se rompió las dos manos. Entonces sí que pensé que ya no podría, que era demasiado para mí. Pero me puse en manos de Dios y le pedí su ayuda ya que yo sola no podría con todo. Ha habido días muy duros, pero hoy puedo decir que Dios ha estado siempre a nuestro lado y no nos ha abandonado. Con la ayuda de mi hermana lo hemos conseguido. Mi padre ha muerto en casa cuidado por su familia, que es lo que él quería, y nosotras hemos tenido fuerzas para poder hacerlo.

Hoy quiero escribir estas letras por si pudieran ayudar a alguien que se encuentre en una situación parecida. Quiero decirles que confíen en Dios, que Él nunca abandona a nadie que le pide ayuda. El ser humano es débil, pero con la ayuda de Dios todo lo puede.

Adela Izquierdo



El sábado 13 de octubre, casi todo el grupo de Domus Mariae de Figueras, Ana María, Adela, Carmen y Virginia, nos reunimos como cada año para hacerles una visita a Quika y a Dolors en Gerona, que es su domicilio actual, ya que eran del grupo de Figueras y por motivos  personales se trasladaron allí.

Nuestro compromiso como grupo es hacerles una visita a finales del verano, lo cual para ellas y nosotras es motivo de alegría: volvernos  a encontrar y recordar anécdotas vividas, y, claro,  acordándonos de las que ya no nos pueden acompañar físicamente pero que siempre estarán en nuestro recuerdo.

Como cada vez que nos vemos, ya nos esperan con mucha ilusión y nos reciben con mucho afecto y cariño; pero siempre con sorpresas para nosotras ya que cuando entramos nos encontramos con una rica merienda, preparada por Dolors,  en la cual no falta de nada.

Después, ya para terminar, Virginia comentó que la medalla del grupo se la habían robado. Salió el comentario porque todas la llevaban.  Y sin decir palabra, Quika se fue a su habitación salió con la medalla en la mano y dijo: Virginia, yo te la regalo, ya que tenemos dos. Para Virginia fue un gesto de generosidad y cariño de su parte y que tendrá un valor sentimental muy valioso.

Pero las agujas del reloj giran demasiado de prisa para tantos sentimientos por compartir y el tren de vuelta no atiende a nuestras necesidades de estar más rato juntas y  la tarde se queda corta, pero los instantes compartidos nos colman de felicidad a todas,  y prometimos repetir experiencias, ojalá que muy pronto, sin demorarnos y  luchando contra nuestros quehaceres de cada día. Gracias Quika y Dolors por acogernos una vez más y gracias a Adela por ser el timón de nuestro barco.

Y como siempre entre abrazos y besos nos despedimos de Quika y Dolors, nuestras hermanas espirituales, agradeciéndoles todas las atenciones recibidas y sobre todo por la rica merienda preparada por Dolors y recordándoles que aunque estén lejos, siempre las llevamos en nuestro corazón y  nuestras oraciones.

Bueno, qué puedo decir que no haya dicho Ana María y Virginia, todas compartimos la misma ilusión y alegría de poder estar juntas compartiendo recuerdos y vivencias.

Nos une una gran amistad que se ha ido fortaleciendo a lo largo de los años y que Domus Mariae ha contribuido para que cada vez sea más fuerte, damos gracias a Dios por hacerlo posible pidiendo que nos permita poder realizarlo muchos años más.