1.- Se genera en la mujer un vacío tan grande, aunque haya ido libre y voluntariamente, que a veces quiere volver a llenarlo con otro embarazo que se produce normalmente en las mismas difíciles circunstancias que la han llevado a abortar la vez anterior. Por so es tan fácil que una mujer aborte varias veces.

2.- Al dolor natural de la muerte de un hijo en circunstancias normales se añade el sentimiento de culpa, la convicción de que ha participado en la muerte del hijo, no ha hecho todo lo posible por salvar la vida del hijo. Y esto aunque haya ido forzada.

3.- La sintomatología puede manifestase inmediatamente o estar de forma latente pero de vez en cuando, de pronto, les sale.

4.- Los síntomas son: Insomnio; pesadillas en las que sueñan con niños ensangrentados, voces de niños que llaman “mamá, mamá” pidiendo socorro; trastornos alimenticios y de la conducta sexual; autolesiones, otras se castigan obligándose a mirar tiendas de bebé o cochecitos de bebé por la calle, algunas se encierran en relaciones que las maltratan porque consideran que no merecen ser felices, porque todas las mujeres saben que es su hijo y la forma en que se lo arrancan es violenta.

5.- Genera una depresión, una ansiedad, una angustia.

6.- Daños espirituales. Muchas piden un sacerdote que la pueda perdonar. (No todos los sacerdotes pueden. El pecado del aborto es excomunión latae sententiae tiene que ser aquel que este autorizado para ello)

7.- A veces acaba con su propia vida.

De la charla pronunciada por Dª Carmina García-Valdes, con el título: El Aborto Drama para la Mujer.