La Oración

perseverarOracion

Santa Teresa de Jesús

 El bien que tiene quien se ejercita en la oración, hay muchos santos y buenos que lo han escrito…

De lo que yo tengo experiencia puedo decir, y es que por males que haga quien la ha comenzado, no la deje; pues es el medio por donde puede tornarse a remediar, y sin ella será muy más dificultoso. Y no le tiente el demonio por la manera que a mí, a dejarla por humildad; crean que no pueden faltar sus palabras; que en arrepintiéndonos de veras y determinándose a no ofenderle, se torna a la amistad que estaba, y hacer las mercedes que antes hacía y a las veces mucho más, si el arrepentimiento lo merece….

Y si persevera, espero yo en la misericordia de Dios, que nadie le tomó por amigo que no se lo pagase; que no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama.

Digo que no desmaye nadie de los que han comenzado a tener oración con decir: si torno a ser malo, es peor ir adelante con el ejercicio de ella. Yo lo creo, si se deja la oración y no se enmienda el mal; mas si no la deja, crea que le sacará a puerto de luz.

Y que bien acierta el demonio, para su propósito, en cargar aquí la mano. Sabe el traidor que el alma que tenga con perseverancia oración, la tiene perdida, y que todas las caídas que la hace dar, le ayudan, por la bondad de Dios a dar después mayor salto en lo que es su servicio: algo le va en ello.

…Y muy muchas veces tenía más cuenta con desear se acabase la hora, que tenía por mí de estar, y escuchar cuando daba el reloj, que no en otras cosas buenas…Y es cierto que era tan incomportable la fuerza que el demonio me hacía, o mi ruin costumbre, que no fuese a la oración, y la tristeza que me daba en entrando en el oratorio, que era menester ayudarme de todo mi ánimo… para forzarme, y, en fin, me ayudaba el Señor. Y después que me había hecho esta fuerza, me hallaba con más quietud y regalo que algunas veces que tenía deseo de rezar.

"Vida"