Convivencia de Jóvenes en Calzada de Oropesa

27-29/abril/2007

Movidos por el viento del Espíritu que ha impulsado la Misión Joven de Madrid, un grupo de jóvenes se reunió en Calzada de Oropesa (Toledo) en la Casa de María de la familia Moreno. Iban buscando al Señor. Esther y su hija Iliana fueron las que manejando los hilos de todo tipo, tejiendo y destejiendo y volviendo a tejer, hicieron posible que en la tarde del viernes 27 de abril, ocho jóvenes (a los que el día siguiente se sumaron otros dos) acompañados por algunos miembros de Domus Mariae, tomaran ruta con alegría e ilusión.

Al caer de la tarde llegaron al destino. Acoplarse, reparto de documentación, cenar, animada sobremesa para ir conociéndose salpicada de anécdotas, trabajo en equipo para hinchar —los pulmones del “saxo” batieron todos los record— los globos del Rosario Misionero para el día siguiente, rezo de completas y a dormir (unos antes y otros después).

El sábado, tras el rezo de Laudes y el desayuno, intensa charla sobre la Palabra de Dios, a cargo de Esther Moreno. Breve tiempo de comentario y sucinta exposición, por Hortensia, de la espiritualidad y modo de trabajo de Domus Mariae. Ensayo de cantos para la Eucaristía y comida. Por la tarde un rato de descanso (los deportistas descansaron encestando canastas o jugando al ping-pong). Después se proyectó un video sobre algunos milagros eucarísticos y se reflexionó sobre el Gran Milagro que es en sí mismo el Sacramento de la Eucaristía. Merienda para reponer fuerzas y después marchar hacia la iglesia para participar en la Eucaristía tras la cual se volvió rezando el Rosario. Cenar y de nuevo en marcha, porque otra vez esperaba el Señor en lo que fue una intensa Hora Santa en la que la Gracia de Dios se derramó abundantemente para todos y de forma especial para los que, gracias a la generosa disponibilidad del Sacerdote, D. Javier, recibieron el sacramento de la Reconciliación. Hora Santa, regada en silencio por el dolor fortísimo que atacó a Mª Carmen, la madre de Maite y Miriam.

La alegría era desbordante en el grupo y los jóvenes quisieron seguir gozando de las maravillas del Señor, así que se fueron a contemplar las estrellas y a disfrutar de la amistad que entre todos (entre algunos ya existía) empezaba a nacer.

Levantarse el domingo tuvo ciertas dificultades, pero todos llegaron a la nueva cita con el Señor (algunos en ayunas) que nos reunía con toda la comunidad Cristiana de Calzada de Oropesa en torno al altar del convento de las hermanas Agustinas Recoletas. Tras la Eucaristía una animada y simpática charla con algunas de las Religiosas que obsequiaron a los jóvenes con estampas, folletos, revistas... y, por supuesto, a las chicas le ofrecieron su modo de vida. Después nueva aventura: subir a lo alto de la torre de la iglesia para contemplar una vista maravillosa. La ascensión y el descenso... para que contar... ¡había de todo!. La comida en un restaurante cercano del que la mayoría de los jóvenes decidió volver andando, alargando un poco el paseo hasta la laguna. Para terminar una puesta en común de las experiencias vividas, de los sentimientos que brotaban con sincera naturalidad y por último, la “graduación”. A cada uno de los jóvenes participantes se le entregó una banda en la que figuraba la característica que parecía destacar en esas breves horas de convivencia. Reparto de los Dones del Espíritu Santo al azar y comentarios de los mismos, antes de concluir con la “foto de familia”. La despedida: Larga, larga...

 Resumen de las vivencias expresadas en la puesta en común.

 MaiteLa experiencia de estos días me ha ayudado a comprometerme a ser menos perezosa y no poner trabas cuando no las hay. También he descubierto la importancia de la Misa. De los demás he aprendido muchos valores. Lo difícil va a ser dar esto a conocer a los demás, pero mi compromiso es intentar llevar a Dios a los demás.

 DaniMe he dado cuenta de cosas que había pensado alguna vez pero no las había dado la importancia que les he dado hoy. Me ha llevado a plantearme cosas de manera diferente. Además me lo he pasado muy bien y con ganas de repetir, aunque cuando me invitó Iliana no me apetecía mucho venir.

 LucíaEstaba viviendo la experiencia de que llegas a una edad en que todas tus amigas se echan novio y te vas quedando, en cierta manera, sin amigas y sin gente con la que salir. Aquí he descubierto que es posible encontrar otras personas nuevas con las que puedes disfrutar y compartir cosas tan bonitas como las que hemos vivido estos días. Yo también al principio me resistí a venir y no me apetecía mucho aun cuando ya había dicho que sí, pero ahora me alegro mucho de haber venido. Me he propuesto hacer más caso a mi madre, que cuando le cuente lo de estos días...

 MiriamMe ha gustado mucho y lo he pasado muy bien. He desconectado. He visto la manera de valorar la Eucaristía. Además me ha servido para prepararme intensamente para la Confirmación, que recibiré dentro de unos días.

 MaríaNo quería venir, pero me ha gustado mucho. Cuando empezamos el viernes venía con mala cara y me voy contentísima. Me ha enriquecido mucho el trato con los demás. Lo que más me ha gustado ha sido la Hora Santa.

 IsabelLo primero quiero dar las gracias a todos, a quienes me llamaron invitándome a venir y por la acogida y el trato que he recibido de todos. He visto que sois un grupo abierto. Normalmente no demostramos lo que sentimos, nos da miedo manifestarnos y aquí todos lo contamos. Entonces te das cuenta de que hay otros como tu y descubres lo que tenemos en común. Lo que me ha gustado por encima de todo es la Hora Santa y la Confesión, en la noche del Sábado.

 JorgeYo no dudé en venir cuando me invitaron porque tenía un fastidio en el cuerpo porque se me había “chafado” el fin de semana y cuando me llamaron supuso que había encontrado algo que hacer. Pero no me esperaba nada de todo esto. Me encontré con cosas que no esperaba, desde el primer momento: Me regalaron un Rosario, nunca me habían regalado un Rosario, además es el primer Rosario que he rezado en mi vida. (Nota de la redacción: A pesar de ello se atrevió a dirigir un misterio con la ayuda de María). Otra cosa fue la gente con que me he relacionado estos días. Además me he encontrado con muchas cosas que tenía muy guardadas y me he sentido descolgado, como si se me hubiera roto todo lo que yo tenía estructurado. Me he sentido muy descolocado. Es como si se me hubiera quitado una venda de los ojos. Yo antes iba a ver el milagro a encontrar una demostración, pero ahora lo veo de otra manera. Volvería a repetir la experiencia de estos días. También para mí lo mejor ha sido la Hora Santa y la Confesión. Hacía años que no me confesaba queriendo hacerlo. Me habéis brindado algo especial y quiero daros las gracias. He encontrado un cariño muy especial que no he encontrado en otros ambientes. Normalmente tienes que protegerte, estar a la defensiva, aquí sabes que nada de lo que hagas o digas va a ser utilizado en contra tuya. Para mí ha sido cerrar una etapa y empezar otra nueva. Me he sorprendido al verme tan débil ante tantas cosas cuando yo me creía que lo sabía todo. Vine creyendo que lo conozco todo y me he encontrado que no sabía nada.

 RocíoPara mí ha sido toda una experiencia. Es la primera convivencia que he hecho y estoy aquí después de dos días de hacer lo que nunca pensaba que iba a hacer. Me llegó la invitación en el momento que hacía falta. Cuando me invitó Esther dije que sí inmediatamente. Descubres que te quiere gente que ni siquiera sabías que te quería. Cuando pasas un momento difícil, necesitas quien te ayude, porque la familia siempre está pero a veces es difícil también abrirte por no hacerles sufrir. He conocido mucha gente de muchos ambientes pero es bueno siempre ver otras cosas y disfrutar de las cosas pequeñas como en estos días. Todo el mundo tiene muchas cosas dentro y a todos llama y he visto que ha nadie llama para mal. En estos días he disfrutado y en ningún momento me he sentido incómoda.

 Alejandro. Me esperaba que viniera más gente, pero los que hemos venido hemos puesto la base para que otra vez el grupo pueda ser más numeroso. Yo tengo el pecado de la pereza pero en estos días lo he vencido. La charla de Esther nos predispuso para el trabajo que hemos hecho y para todo lo demás. A mí todo me he gustado, la Eucaristía, el Rosario... Sería interesante volver a hacerlo. Lo que he echado de menos son testimonios personales que enriquecen y también, pensando en que se pudiera hacer otra vez con más jóvenes, alguna dinámica para darnos a conocer unos a otros.. La Hora Santa estuvo muy bien. Me pareció cortísima y muy amena, aunque duró más de una hora. Me gustaron mucho los testimonios que en la oración dio cada uno. También fue especial el rato de la Confesión con el Sacerdote, que te limpia de tus pecados y entonces ves mejor que el Señor está ahí y te da una alegría inmensa. Yo aquella noche salí de la iglesia silbando: “Yo tengo un gozo en el alma”. En la Hora Santa me paso algo increíble, no se explicarlo, pero sentí especialmente la presencia de Dios en la Sagrada Forma y eso me transmitió una inmensa paz. En ese momento me sentí fuerte porque me sentía cogidito a las sandalias, a los pies del Señor. Como jóvenes que somos tenemos que divertirnos y también luego salimos a disfrutar. Nos divertimos mucho y entonces te das cuenta que los jóvenes nos podemos divertir y disfrutar de la amistad, pero de una manera muy diferente, aunque no nos conocíamos sentíamos una sintonía especial, es como un espejo, porque yo te reflejo el amor que Jesús me da.

 Iliana. Estoy muy contenta. Hemos estado este tiempo de atrás preparándolo todo, pensando y anticipando cada momento y cada detalle. Al final todo ha estado muy bien, ha discurrido sin violencias. Todo el mundo ha respondido muy bien. Os habéis dejado hacer. Hemos vivido momentos de duda, de pensar si iba a salir o no. Todo esto se movió por Fernando y hoy él no está aquí. También otros que dijeron que sí luego se echaron atrás. A algunos de los que estáis aquí os llamé en el último momento y habéis respondido. Está claro que hemos venido los que teníamos que venir.

 

 

Os ofrecemos el testimonio de uno de lo jóvenes que participaron en la convivencia de Calzada de Oropesa. A los pocos días de volver su padre tuvo que ser ingresado de urgencia por una enfermedad grave. Estas son sus palabras:

La verdad es que sí he ido siguiendo el evangelio día a día leyéndolo, e incluso me da pena no seguir leyendo lo de los días siguientes, es una lectura que me envuelve enormemente.

 El espíritu sigue firme, ahora más que nunca necesito la compañía del Señor y su apoyo, pido todos los días por que cuide de mi padre y le ayude a recuperarse lo más pronto posible y... aunque no sea pronto que se recupere completamente.

 Recemos porque la voluntad del Señor se ponga del lado de la salud de mi padre, pedid por él, ahora os necesito a todos.

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 La lectura no la abandono, la verdad es que debo admitir que redescubrí al Señor en el momento más oportuno, ni una semana después ha pasado todo esto y él ha sido mi mayor refugio estos días, me ha hecho mantener la esperanza y la confianza, la verdad es que si hubiera pasado todo esto hace 2 semanas... me habría sentido mucho mas indefenso, impotente...

…Ahora mismo tengo la necesidad de acercarme al Señor, de conocerlo a fondo para poder sentirlo más dentro de mí, creo que empiezo a escuchar su llamada.

 Sigamos rezando para que todo esto se cumpla en el menor tiempo posible.

 

 


 


 

Los Jóvenes Opinan

En el retiro-convivencia de inicio del curso 2006/07 en Madrid, tuvimos la ocasión de escuchar a nuestros jóvenes en la mesa redonda que se organizó a primera hora de la tarde.

Expusieron su criterio sobre la juventud actual, sobre el papel de los adultos y lo que esperan de ellos y también sobre la Misión joven que acaba de iniciar la diócesis de Madrid y el lema de nuestra jornada. Intentamos resumirlo.

En primer lugar hablaron de los defectos y virtudes  de la juventud actual.

Los defectos que les parecen más generales Son el indiferentismo y la relativización de los temas fundamentales; la autosuficiencia que les lleva a buscar un sitio aparte, mientras tratan de ser niños toda la vida eludiendo compromisos; son esclavos del sexo pero no más que el resto de la sociedad y muchas veces su desarraigo y desorientación es consecuencia de los problemas familiares que padecen.

Como causa de estos defectos encuentran que son hijos de su época que se caracteriza por el relativismo. También ven que los defectos pueden ser consecuencia de no reconocer los propios defectos personales. Y algunos de esos defectos Son como una moda, una corriente que se sigue.

Las virtudes que ven en ellos serían: que son activos; les encanta destacar y reaccionar; son inconformistas y curiosos y se prestan a tareas de voluntariado. Aseguran que en el fondo todos tienen sus preguntas últimas que al final siempre salen pero prefieren no pensar en ello. Concluyen que la juventud actual no es perversa, es buena en sí misma pero es blanda y pasiva, esta como dormida.

En cuanto a los adultos ven como principal defecto el darse por hechos, el asumir que yo soy así e instalarse por ello en una superioridad; al mismo tiempo se están olvidando de hacer lo correcto, hay padres que les falta coherencia, actúan de forma contraria a lo que han enseñado a sus hijos dejándose llevar por el mundo que potencia los sentidos; se están olvidando de servir de faro a los jóvenes. Si los jóvenes quieren seguir siendo siempre jóvenes pero con privilegios de adultos, también los adultos quieren parecer jóvenes pero conservando esos privilegios de adultos y se meten en el mundo de los jóvenes utilizando sus expresiones, su formas de comportarse cuando el que un adulto pretenda ser como un joven es una falta de sinceridad y de integridad

 Otro defecto sería la continua referencia a lo que ellos eran o hacían en “su época” cuando lo que los hijos esperan que les digan es lo que harían en esta época.

El principal valor de los adultos es la experiencia y el joven necesita al adulto para apoyarse en él. Las virtudes que más aprecian en los adultos son la coherencia, el saber reconocer sus defectos y fallos admitiendo que a pesar de ser adultos tienen que seguir mejorando y el que se pueda hablar de todo con ellos, con capacidad de escucha y apertura a los planteamientos de los jóvenes.

A los adultos les piden más compromiso, menos “regodearse en los achaques”, más presencia y cooperación, más compromiso con la Verdad; sinceridad para reconocer los propios errores y que se den cuenta de que está a su alcance ser mejores y que pueden hacer mucho bien con su ejemplo. También les piden constancia para mantener sus compromisos y sus convicciones. Que no olviden su papel en la sociedad y la necesidad que tiene los jóvenes de ellos.

En la Iglesia a los adultos les piden lo mismo que en la sociedad pero también se atrevieron a hacer una exhortación: que no digan que no quieren forzar a los niños esperando que llegue el día en que ellos elijan en materia religiosa, eso es un error muy grave porque si no empiezan a darles motivos para creer no tendrán opción de elegir; llegará el momento de elegir pero los padres tienen que enseñarles la fe para que sea posible la elección.

En cuanto a la Misión Joven de la diócesis de Madrid, solo Iliana está bien enterada. Le parece buena la iniciativa de que sean los jóvenes quienes evangelicen a otros jóvenes intentando que los alejados se acerquen y los que están se conviertan en misioneros. Le parece ocasión para que la estructura fundamental de la Iglesia retome su papel de dar los medios para que todos puedan encontrar a Dios, pues esa falta ha hecho que surgieran muchos Movimientos en donde muchos han ido encontrando a Dios un poco al margen de la jerarquía troncal. Carlos manifiesta su alegría por conocer mejor de lo que se trata la Misión Joven y cree que es positivo implicarles porque una cosa que les encanta a los jóvenes es demostrar de lo que son capaces.

Analizando el lema del día: “Quien no da a Dios da demasiado poco”. Dicen que les parece acertado y lo ilustran con el ejemplo que nos da el pasaje de la samaritana: quien no da a Dios condena al otro a volver una y otra vez por agua y nosotros como Jesús podemos dar a los demás el agua viva que sacia definitivamente la sed. El problema es que no nos lo creemos. Creen que aun los que parece o afirman que no, también sienten la necesidad de Dios, aunque a veces puede que no sepan que lo sienten. Esa necesidad les lleva a ser esclavos, van donde todos y buscan saciarla en cosas banales o mágicas, pero cuando encuentran a Dios —como yo he visto en muchas peregrinaciones, afirma Fernando— cambian radicalmente. Reciben como un empujón que les lleva a seguir por el camino que han conocido y siguen por é,l sobre todo si encuentran quien les acompañe, hasta que descubren que no pueden vivir sin Dios.

Por último exponen su experiencia de dar a Dios, que todos tienen incluidos los jovencísimos Juan Antonio y María. María afirma que cuando uno se abre a los demás de manera anónima y sincera en la amistad luego te buscan y puedes darles abiertamente tu testimonio. Juan Antonio, que no ha cumplido todavía los 14 años, está seguro de que los jóvenes necesitan a Dios, pero cuando se enteran de que eres cristiano te rechazan, sin embargo, cuando ven que haces las cosas bien se te van pegando. También los mayores afirman que es necesario empezar por la amistad y ser coherente, la importancia del ejemplo es capital, se trata de ser levadura en la masa. Cuando descubren tu amistad y tu coherencia están pendientes de ti porque eres un referente para ellos. Advierte Carlos que no hay que olvidarse de invocar al Espíritu Santo, porque tiene experiencia de conseguir más fruto cuando no se olvida de Él.