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Iglesia de San Pedro en Figueras

 

 

El día 16 de junio, como final de curso, el Grupo de Domus Mariae de Figueras, hicimos una Romería Mariana al Santuario de la Virgen de la Salud.

Fue un día maravilloso, comenzamos haciendo la visita a la Capilla de la Virgen y rezamos el Santo Rosario, al terminar comenzó la Santa Misa. El Sacerdote que la oficiaba, nos pidió que nos presentáramos como Grupo de Oración y explicáramos un poco nuestra experiencia y así fue, dando un poco nuestro testimonio de Fe.

Terminada la Misa, nos fuimos a comer compartiendo lo que cada una llevamos, y pudimos saborear el platillo que cada una de nosotras preparó, y como siempre, salió el buen humor de la Hna. Juana que dijo, “tendremos una comida de traje: Yo traje la tortilla, Yo traje los refrescos, etc. etc.” Fue una comida estupenda, donde comimos de todo un poco; además tuvimos un día claro y soleado, al aire libre, y en pleno campo, donde pudimos respirar y admirar la belleza de la naturaleza y, lo más importante, pudimos compartir nuestra Fe y nuestra Amistad de tantos años.

Nos acompañaron Mª. Asunción y Anita que hace poco se han integrado muy bien al grupo y que ya forman parte de él, que las recibimos con mucho gusto, así como la Hna. Juana y la Hna. Irene que tanto apoyo nos dan en todo con su saber y su cariño.

Después, por la tarde, para finalizar no pudo faltar el café y el helado y, por supuesto, la broma y el buen sentido del humor de la Hna. Juana que reímos muchísimo.

Nos despedimos dando Gracias a Dios y a María Santísima por este día maravilloso e inolvidable y por todas las alegrías que compartimos, pidiéndole que nos siga ayudando a crecer espiritualmente para seguir adelante dando testimonio de nuestra Fe.

 

Un año más, en la víspera de Cristo Rey, nos reunimos el Grupo de Domus Mariae en Figueras con nuestro Consiliario, la Presidenta y la Secretaria de la Asociación que habían viajado para el Encuentro Anual. Eran las 5 de la tarde del sábado 25 cuando comenzó nuestro encuentro y con el cariño de siempre nos acogieron en el Colegio Cor de Mariae, uniéndose a nuestro grupo la Hna. Juana, en representación de la Hna. Carmen, que ya no la tenemos entre nosotras por haberla trasladado a Lérida.

Comenzamos con la charla de Soledad, que se titulaba “De la mano de María, acojamos el Don, vivimos la Misión”, en la que nos habló de la importancia de nuestro Bautismo que es Don, regalo de Dios pues nos hace Hijos suyos, y Misión que nos impulsa a llevar su mensaje, todo ello de la mano de María.

También nos explicaba la importancia de los Grupos de Domus Mariae, y que muchas veces, por los años y mayores que nos hacemos, lo dejamos. Nos animó a que tengamos la fuerza, la Esperanza y, sobre todo, a que la Fe nunca se nos apague para seguir adelante.

A continuación, seguimos con el Video del Bautismo en el que se recalcaba lo que Soledad había dicho en la charla, y se explicaba, con detalle, los símbolos de bautismo y nuestra tarea.

Para completar ese rato de formación, se abrió un diálogo, en el que intervinimos varias de nosotras, destacando la importancia de ser coherentes y la necesidad de tener muy presente el día de nuestro Bautismo recordando y agradeciendo a Dios por las gracias y dones que recibimos de ello. También destacamos el significado de la vestidura blanca o de la luz; la importancia de responder al “Id y anunciad”, de Jesús, de la mano de María. Hortensia, fue resaltando y completando las intervenciones y D. Juan Bautista hizo una bonita reflexión, apoyada en su experiencia de capellán en el Clínico de Madrid. Entre las prioridades que fueron saliendo destacaba la necesidad de la coherencia, de tener muy firme y segura nuestra Fe, la bondad, la misericordia y la prioridad de ayudar a nuestro prójimo, de mantener limpio el vestido blanco hasta la vida eterna.

Después dio comienzo a las 7, p.m., la Eucaristía en la que celebramos a la Virgen Reina Madre de Dios.

El Domingo 26, Celebración de Cristo Rey, a las 12 de la mañana comenzó la Santa Misa. Para todos los que creemos y tenemos Fe, es una de las fiestas más grandes dentro de la Iglesia y terminación del Año Litúrgica.

Comenzamos con el canto de entrada, como siempre, muy emotivo, todos cantamos con esa alegría que llevábamos dentro, VAMOS CON ALEGRIA A TÚ ENCUENTRO, SEÑOR, SEMBRANDO TU PAZ Y AMOR.

En la Homilía, Don Juan Bautista nos decía que nunca nos soltemos de la mano de Dios ya que, con Él, caminamos seguros y protegidos y que su amor y su compañía nunca nos van a faltar.

Después de la Misa nos reunimos en el comedor donde nos esperaba una deliciosa comida, de la que pudimos compartir todo el grupo y con la invitación de nuestros maridos: Adela, Ana y Antonio, Carmen y Fernando, Virginia y José, Ana y Asunción, el pequeño Martín, los visitantes, la Hermana Juana y, en el café, la Hermana Irene, echando de menos a las que no pudieron asistir por motivos de salud, pero pidiendo a Dios por ellas, en especial a la Hermana Carmen.

A continuación, una pequeña tertulia en la que también nuestros maridos pudieron participar.

Una vez más, agradeciendo a Soledad, Hortensia y Don Juan Bautista por su valiosa compañía y sus palabras que siempre nos motivan para seguir adelante y comprometiéndonos para continuar, aunque seamos pocas, pero caminando con Fe y Esperanza de la mano de Dios, ahí seguimos.

Gracias y hasta siempre.

Grupo de Domus Mariae de Figueras.

 

 

El miércoles 20 de septiembre, el grupo de Domus Mariae de Figueras nos reunimos para despedir a nuestra querida hermana Carmen que se nos va a Lérida.

Ella, que fue la que formó el grupo, la que ha estado a nuestro lado todos estos años, animándonos, ayudándonos en todo y guiándonos siempre con cariño y dedicación. Queremos agradecerle de todo corazón su entrega y dedicación, y deseamos que le vaya muy bien en su nuevo destino. Que María Santísima nos ayude a todas a seguir adelante con el grupo, como la hermana nos ha pedido, y sigamos fieles al compromiso que un día hicimos.

Todo el grupo de Domus Mariae de Figueras.

Agradecemos a Adela Izquierdo estas palabras de reconocimiento de la labor de la Hermana Carmen, que suscribimos, porque la conocemos bien. Su dedicación a los grupos, de Lérida primero y Figueras después, no solo ha sido enriquecedora para las personas que han pasado por estos grupos sino también para Domus Mariae, que ha podido contar con ellos, y cuenta con este fiel grupo de Figueras. Seguro que ese encuentro del día 20 fue entrañable y emocionante. Desde aquí nuestros mejores deseos para esta nueva etapa, Hermana Carmen.