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Hombre y Mujer

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La feminidad realiza lo humano tanto como la masculinidad, pero con una modulación diversa y complementaria.”
“Sólo gracias a la dualidad de lo masculino y de lo femenino lo humano se realiza plenamente.”
"Por el hecho de ser varón y mujer, cada uno de ellos es "dado" al otro como sujeto único e irrepetible, como "yo" como persona. El sexo decide no sólo la individualidad somática del hombre, sino que define al mismo tiempo su personal identidad y su ser concreto".

JUAN PABLO II

 

La vida humana existe disyuntivamente: se es varón o mujer, y ambos consisten en su referencia recíproca intrínseca: ser varón es estar referido a la mujer, y ser mujer significa estar referida al varón. Ni uno ni otro pueden definirse aisladamente. Por eso no hay mera diferencia, sino disyunción, polaridad; se es una cosa u otra, y cada una de ellas co-implica o complica a la otra.

JULIÁN MARÍAS.
“La mujer y su sombra”

 

El significado de la unidad originaria del hombre, a quien Dios creó «varón y mujer», se obtiene (especialmente a la luz de Génesis 2,23) conociendo al hombre en todo el conjunto de su ser, esto es, en toda la riqueza de ese misterio de la creación, que está en la base de la antropología teológica. […]

[…] A la luz de este texto, comprendemos que el conocimiento del hombre pasa a través de la masculinidad y feminidad, que son como dos «encarnaciones» de la misma soledad metafísica frente a Dios y al mundo —como dos modos de «ser cuerpo» y a la vez, hombre, que se completan recíprocamente—, como dos dimensiones complementarias de la autoconciencia y de la autodeterminación, y al mismo tiempo como dos conciencias complementarias del significado del cuerpo. Así, como ya demuestra el Génesis 2,23, la feminidad, en cierto sentido, se encuentra a sí misma frente a la masculinidad, mientras que a la masculinidad se confirma a través de la feminidad. Precisamente la función del sexo, que en cierto modo es «constitutivo de la persona» (no sólo «atributo de la persona»), demuestra lo profundamente que el hombre […] está constituido por el cuerpo como «él» o como «ella».

Juan Pablo II
VARÓN Y MUJER. Teología del Cuerpo
Ediciones Palabra. Madrid

 

 En la familia, afirmaba el Papa al conmemorar el XX aniversario de la Carta Apostólica “Mulieris dignitatem,” “la mujer y el hombre, gracias al don de la maternidad y de la paternidad, desempeñan juntos un papel insustituible con respecto a la vida. Desde su concepción, los hijos tienen el derecho de poder contar con el padre y con la madre, que los cuiden y los acompañen en su crecimiento. Por su parte, el Estado debe apoyar con adecuadas políticas sociales todo lo que promueve la estabilidad y la unidad del matrimonio, la dignidad y la responsabilidad de los esposos, su derecho y su tarea insustituible de educadores de los hijos”. Se han de adoptar, también, medidas legislativas y administrativas que sostengan a las familias en sus derechos inalienables, necesarios para llevar adelante su extraordinaria misión.

CARDENAL TARCISIO BERTONE
Secretario de Estado de su Santidad Benedicto XVI
“LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MAGISTERIO DE BENEDICTO XVI”
Conferencia pronunciada en Madrid el día 5 de febrero de 2009

 

 

Con relación a la igual dignidad y responsabilidad de la mujer respecto al hombre, el Santo Padre, recordó que aún persiste una mentalidad que ignora la novedad del cristianismo: “Hay lugares y culturas donde la mujer es discriminada o subestimada por el solo hecho de ser mujer, donde se recurre incluso a argumentos religiosos y a presiones familiares, sociales y culturales para sostener la desigualdad de sexos, donde se perpetran actos de violencia contra la mujer, convirtiéndola en objeto de maltratos y de explotación en la publicidad y en la industria del consumo y de la diversión. Ante fenómenos tan graves y persistentes, es más urgente aún el compromiso de los cristianos de hacerse por doquier promotores de una cultura que reconozca a la mujer, en el derecho y en la realidad de los hechos, la dignidad que le compete”.

CARDENAL TARCISIO BERTONE
Secretario de Estado de su Santidad Benedicto XVI
“LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MAGISTERIO DE BENEDICTO XVI”
Conferencia pronunciada en Madrid el día 5 de febrero de 2009

 

 

Cristo no quiso un padre humano, para mantener visible su filiación respecto a Dios, pero quiso una madre humana: "Quiso aceptar en él el género masculino, y se dignó honrar el femenino en su madre… Si Cristo hombre hubiera aparecido sin recomendación del género de las mujeres, éstas tendrían que desesperar de sí… Pero él honró ambos, encomendó ambos, asumió ambos. Nació de la mujer. No desesperéis, hombres: Cristo se dignó ser hombre. No desesperéis, mujeres. Cristo se dignó nacer de la mujer. Ambos géneros colaboran para la salvación, se trate de lo masculino o se trate de lo femenino: en la fe no hay ni hombre ni mujer".

De una meditación sobre la Navidad del Cardenal Ratzinger

 

 

En lo que se refiere a la virtud, el hombre y la mujer son iguales. Ambos tienen a un mismo Dios, y uno es también el maestro de ambos (Jesucristo). Participan de una misma Iglesia, una misma sabiduría, una misma modestia, un mismo alimento. Comparten por igual el yugo del matrimonio. A respiración, la vista, el oído, el conocimiento, la esperanza, la obediencia, el amor, todo es igual para uno y para otra. Por tanto, los que tienen una misma vida, reciben también las mismas gracias y la misma salvación, y la misma ha de ser su virtud y su educación”.

Clemente de Alejandría (S. II)

El Pedagogo I, 4.

[José Vives: Los Padres de la Iglesia – Herder 1988, pág. 247, n 220]