La mujer en la Iglesia y en el mundo
La mujer en la Iglesia
En la forma concreta de la vida eclesial son siempre las mujeres las que abren la puerta al Señor, lo acompañan al pie de la Cruz y así lo pueden encontrar también como resucitado. J. Ratzinger.
Las mujeres en la Iglesia primitiva
Sobre la dignidad y el papel eclesial de la mujer, San Pablo toma como punto de partida el principio fundamental según el cual para los bautizados "ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer". El motivo es que "todos somos uno en Cristo Jesús", es decir, todos tenemos la misma dignidad de fondo, aunque cada uno con funciones específicas. Benedicto XVI.
Gracias, mujer, por tu femineidad
La femineidad realiza lo «humano» tanto como la masculinidad, pero con una modulación diversa y complementaria. Femineidad y masculinidad son entre sí complementarias no sólo desde el punto de vista físico y psíquico, sino ontológico. Sólo gracias a la dualidad de lo «masculino» y de lo «femenino» lo «humano» se realiza plenamente. Juan Pablo II.