La Virgen María
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El Rosario es una oración muy antigua especialmente pensada para la gente sencilla, que no podía participar en el recomendado rezo de los salmos (salterio) que hacían los monjes, porque no sabían leer o no tenían medios para conseguir los libros que se utilizaban para ello. Como los salmos son 150, los sustituían por 150 Avemarías, divididas en 15 decenas, por ello se le dio el nombre de Salterio de la Virgen. Santo Domingo de Guzmán, español, a finales del Siglo XII propagó esta devoción haciéndola muy popular.
Su forma contemporánea, en la que se contempla un misterio de la vida de Jesús mientras se reza cada decena de Avemarías, data de mediados del siglo XV, cuando los frailes dominicos volvieron a impulsar el rezo del Rosario, siendo aprobada y extendida a toda la Iglesia esta práctica.
La Fiesta de la Virgen del Rosario se estableció un siglo después como agradecimiento a la intercesión de María a favor de las tropas cristianas que luchaban contra los turcos, quienes constituían una amenaza para la fe. El Papa Pío V había pedido a los cristianos que rezaran el Rosario para implorar la victoria. El día 7 de octubre de 1571 venció la armada cristiana en la batalla naval de Lepanto y el Papa instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias a quien su sucesor, el Papa Gregorio XIII, cambió el nombre por el de Nuestra Señora del Rosario.
Ya en nuestro siglo, el año 2002, el Papa Juan Pablo II proclamó el año del Rosario desde Octubre de 2002 a octubre de 2003 y escribió una Carta Pastoral sobre el Rosario. En esa Carta propuso incluir otros cinco misterios, a los que dio el nombre de misterios de Luz (luminoso) para contemplar hitos importantes de la Vida pública de Jesús.
El nombre de Rosario, significa corona o cadena de rosas. Cuando lo rezamos, sentimos que ofrecemos a María nuestra Madre esas rosas de nuestra oración y, al mismo tiempo, meditamos los hechos fundamentales de la vida de Jesús. Así, de la mano de María, vamos conociendo cada vez mejor a Jesús y al conocerlo, lo amamos más y nos unimos más a Él. También, al rezar el Rosario nos sentimos unidos a nuestros hermanos los hombres, porque lo rezamos unidos a María, nuestra Madre y a Jesús que entregó su vida por todos.
MISTERIOS DEL ROSARIO
MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábado) 1. La Encarnación del Hijo de Dios. 2. La Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel. 3. El Nacimiento del Hijo de Dios. 4. La Purificación de la Virgen María. 5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo. MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes) 1. La Oración de Jesús en el Huerto. 2. La Flagelación del Señor. 3. La Coronación de espinas. 4. El Señor con la cruz camino del Calvario. 5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor MISTERIOS LUMINOSOS (jueves) 1. El Bautismo de Jesús en el Jordán. 2. La autorevelación de Jesús en las bodas de Caná. 3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión. 4. La Transfiguración. 5. La institución de la Eucaristía. MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingo) 1. La Resurrección del Señor. 2. La Ascensión del Señor. 3. La Venida del Espíritu Santo. 4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos. 5. La Coronación de la Santísima Virgen.