En nuestro trabajo de la tarde, en el Retiro-Convivencia de inicio de curso fueron PROTAGONISTAS LOS JÓVENES a quienes habíamos convocado, pues la experiencia del año pasado nos confirmó en nuestra sospecha de que hay mucho que aprender de la intensa experiencia espiritual de sus cortas vidas.
Ante un auditorio predominantemente veterano, estaban Iliana, estudiante de 5º de Humanidades, María, su hermana, que cursa 4º de E.S.O., Juan Antonio, su primo, de 3º de E.S.O., Maite, Administrativa con varios años de experiencia de trabajo, Inma, estudiante de 1º de Logopedia, que además trabaja en una tienda de moda, Miguel Ángel, su novio, profesor recién estrenado de Primaria y Lucía, licenciada que trabaja en un Banco, también desde hace poquito.
La primera pregunta que se les planteó fue si viven su vocación cristiana como una relación de amistad con Jesús. Con espontaneidad, sinceridad y alegría así respondieron.
Iliana. Aceptó el reto de responder la primera cuando todas las miradas de sus compañeros se dirigieron a ella y dijo sin dudarlo y con contundencia que sí, que su vivencia de la fe era una relación de amistad con Jesús y nos lo explicó: A los amigos se les cuenta todo con toda confianza e incluso se les regaña cuando hacen las cosas mal. Mis padres, sobre todo mi madre, nos han enseñado a vivir esa relación. A Jesús le digo constantemente lo que sea también cuando te pasan cosas que no te gustan le dices “oye, guapo, que...”. Porque le has dicho yo me ofrezco a ti para lo que quieras y es así, pero luego él estira la mano y...
Inma. Para mí un amigo de verdad es una persona a la que puedo contar todo y que está siempre ahí. Y una persona a la que puedes contar todo y está siempre ahí es Jesús. No es sólo acordarte de Él sino continuamente, cuando atiendo en la tienda o estoy en el Universidad, decirle lo que estás viviendo, lo bueno y lo malo. Por ejemplo, a la primera persona que le di gracias cuando me admitieron en la Universidad fue a Él.
Miguel Ángel. Dios, a cada uno, nos marca un camino, una vocación, ya sea el matrimonio o la vida consagrada, y para vivirla es necesaria esa relación porque continuamente necesitas su ayuda.
Mª. Soledad, que ejercía de moderadora subrayó como había quedado claro que Miguel Ángel considera el matrimonio una vocación, no una simple forma de vida, y le invitó a hablar de ello.
Nosotros vivimos el noviazgo como vocación porque estar con una persona sólo por estar no tiene sentido. Muchos están por estar y no se dan cuenta del valor que tiene un beso, un abrazo, la intimidad...
Maite. Considero a Jesús como un amigo que nunca te falla, pero yo soy la que le falla. Te pasa como con tus padres que muchas veces eres cabezona y no te das cuenta hasta que te estrellas. Cuando más trato con Él es camino del trabajo.
María. Un ejemplo de amistad con Jesús es mi madre. Para mi tener un amigo no es sólo hablar con él, sino también escucharle. Eso pasa también con Jesús. Y con Él se puede estar el día entero en oración.
Juan Antonio. Yo también tengo presente a Jesús. En las cosas no importantes, como si me encuentro cinco céntimos, o si no me sale bien un examen y en otras cosas más importantes también le pregunto.
Lucía. Yo en este último año lo que más he hecho ha sido darle gracias a Jesús por todo lo que me ha ido dando.
Después se les invitó a contarnos algún momento fuerte de su encuentro con Jesús.
Lucía. Desde chiquitita mi familia me ha inculcado la religión pero nunca te das cuenta hasta que eres mayor. Iliana siempre me llamaba para invitarme a ir a lo que ella iba pero yo siempre le decía que no, sin embargo, cuando me llamó Esther para la primera convivencia, después de que ya a Iliana le había dicho que no, a ella le dije que sí. Ese fue un momento fuerte de encuentro con Jesús, sobre todo en la Hora Santa, aunque toda la convivencia fue muy buena. Desde entonces voy a todo.
Maite. En este año he tenido varios momentos fuertes de encuentro con Jesús. El primero fue la Convivencia de abril, después la peregrinación a Roma, allí fue momento tras momento. Luego en Guadalupe y la última Convivencia, también fueron momentos muy importantes. Para mi este año ha sido “Año Nuevo”.
Juan Antonio. Mi vivencia más fuerte fue en la peregrinación a Guadalupe, en la Hora Santa y también en la última convivencia cuando mi prima cantó, también en la Hora Santa una canción de Guadalupe, me empezaban a venir las lágrimas y a otros también y ya todos nos pusimos a llorar.
Miguel Ángel. Yo últimamente más que momentos intensos estoy teniendo momentos tiernos. Los niños me están ayudando a vivir las cosas con intensidad. Por ejemplo, un niño de 8 años un día estaba triste y cuando le pregunté el motivo era que ese día se le había olvidado rezar. Eso te hace preguntarte: ¿Este niño está triste por eso y yo no he tenido reparo en irme a desayunar con mis compañeros sin pasarme antes por el Oratorio?
Iliana. Para mí el primer momento fuerte y determinante de encuentro con Jesús fueron los Ejercicios Espirituales que hice en 2002. Era la primera vez que hacía Ejercicios. Habitualmente tratas con el Señor pero no eres capaz de ver el amor con que te ama Jesús. Eso marcó mi vida para ofrecerme más a Él. Otro momento fuerte fue la Jornada Mundial de la Juventud en Toronto, cuando tenía 16 años, que me ayudó a tener más celo apostólico. Después cuando me Confirmé en 2004. Desde entonces siento con más fuerza la presencia del Espíritu Santo. Mis amigos me preguntaban si se sentía algo o si hay diferencia entre antes y después de confirmarte. Yo les decía que sí, que es como que el corazón te arde en amor a Jesucristo.
Inmaculada. La experiencia más fuerte ha sido en campamento de la Parroquia de mi pueblo. Estaba desesperada por trabajar y justo las respuestas me llegaron diez días antes del campamento con el que ya estaba comprometida. Yo le dije al Señor: “como yo sola no puedo salir de esto Tú me sacarás”. Me fui sin ganas, pero una vez allí todo resultó bien. Y el mismo día que volví tenía la llamada de una de esas empresas que es donde trabajo y estoy muy contenta.
Los que fueron con la Peregrinación de la Misión Joven a Roma nos contaron sus experiencias.
Iliana. Para mí fue todo extraordinario desde que nos montamos en el autobús Al principio pensamos que dónde nos habíamos metido pues todos eran de otro ambiente distinto al nuestro, eran trabajadores y mayores que nosotros. Pero en seguida se creó un clima de unidad y de oración en el amor y el interés por el alma de cada uno. Los responsables del autobús se las apañaron para hablar con cada uno. A Maite y a mi nos pusieron de catequistas, entre otras cosas porque íbamos avalados por Domus Mariae y también porque nos vieron que estábamos formados y centrados. Que teníamos una experiencia de Dios para compartir con los demás. Comprendimos que el Señor te pone en un determinado lugar para que tú te beneficies y también para que tú puedas beneficiar a los demás.
Maite. Yo me había ocupado de llevar los papeles y hacer los preparativos y entonces todo era muy frío. Después cuando llegamos y vimos al resto del grupo, como ha dicho Iliana, dijimos ¿dónde nos hemos metido? Luego empezaron a suceder detalles sorprendentes. A mí, no sé por qué, me encargaron del botiquín. Luego, al escogerme como catequista de alguna manera me separaban de mi grupo. Además yo no tenía experiencia de catequesis, pero luego comprobé que me sirvieron tanto la educación de mis padres como el tiempo que estuve asistiendo al grupo de Domus Mariae. Cuando conocí verdaderamente a la gente me arrepentí de haberlos juzgado por las apariencias. Fue todo una experiencia estupenda, una cosa tras otra.
Iliana. Por lo que luego fuimos viendo, la experiencia de nuestro autocar fue extraordinaria. Muchos iban mandados por los padres como de vacaciones controladas. En nuestro autobús no. Iba gente con ansias de descubrir a Dios. Confiaron en nosotros, pero también en Domus Mariae, pues cuando nos encargaron de rezar el Rosario lo hicieron por ser de un grupo mariano. También nos dimos cuenta que la gente confía en lo que es de la Virgen. Un seminarista que iba encargado del grupo de su Parroquia, un día que se tuvo que ir, me lo encargó a mí.
Hemos tenido otros muchos detalles del amor de Dios: celebrar la Eucaristía para nosotros solos en lugares emblemáticos, incluso en el Vaticano, visitar las tumbas de los Papas, de los mártires y de otros Santos, te explicaban su historia y veías que habían sido gente normal y había llegado a eso.
Por último los jóvenes nos explicaron que papel juega Domus Mariae en su vida.
Inmaculada. En mi caso no sólo es que mi madre es de Domus Mariae, sino que mi casa se llama Domus Mariae, desde que nos mudamos y vivimos en un chalet. Además en el jardín tenemos una imagen de la Virgen que mis padres se han pasado todo el tiempo cogiendo piedras y construyendo un pilar para ponerla. Yo no vivo Domus Mariae por reuniones o retiros sino que mi casa, el lugar donde descanso, es Casa de María.
Maite. Para mí Domus Mariae juega un papel muy importante en mi vida, a través de mi madre y por el tiempo que formé parte de un grupo de jóvenes, no sólo por hacer las lecturas e intentar vivirlas, sino también por el testimonio de las demás que me ayudaban a ver lo que yo no había visto.
Juan Antonio. Mis padres son de Domus Mariae y yo también de alguna manera.
María. El pilar de la educación que ahora tenemos es la formación de mis padres en Domus Mariae. Cuando era pequeña ‑contó animada por Mª. Soledad– mientras los mayores tenían el grupo en casa yo hacía a mi estilo otro grupo con los pequeños. Desde abril, la influencia de Domus Mariae en mi vida es más directa porque todos los momentos importantes que hemos vivido, los he vivido con Domus Mariae.
Iliana. Domus Mariae juega un papel muy importante en mi familia. No sólo mi madre y mi abuela son de Domus Mariae, sino que el grupo de matrimonios son todos los hermanos. El cariño que tienes no es sólo el de familia sino el que te une en el Señor. Se ve que la unidad que hay es porque todos están en sintonía apoyándose unos a otros, porque no es sólo una relación familiar sino en el Señor. A mi me gusta mucho la dinámica de Domus Mariae porque va a lo esencial, no te crea cargas innecesarias sino que te ayuda a vivir lo que Dios quiere. Además tiene un ambiente muy abierto. Hoy al rezar el Rosario y vernos unidos por la Virgen sentía mucho cariño hacia todos.
Al concluir el turno de preguntas, la moderado invitó a los presentes a, si lo deseaban, plantear alguna pregunta a los jóvenes. Esther intervino para pedirles que nos dieran dos o tres ideas de lo que el Papa les dijo en la Audiencia de la Misión Joven. Iliana respondió: Alabó el esfuerzo que se hizo en Madrid con motivo de la misión y por la unidad. Dijo que era muy emocionante ver la unidad de todos los obispos de Madrid. Nos recordó que la misión empezaba desde uno mismo, porque no hay misión si tú no tienes una relación personal con Jesús. Si te quieres ir a hacer misión has de empezar por tener vida de oración, de sacramentos, de Eucaristía, porque no se da lo que no se tiene.
Terminamos la intervención de los jóvenes animando al P. Martín, también joven, a decirnos “algo”. Aunque se resistía un poco porque ¿qué iba a decir él?, accedió. Nos dijo que la “culpa” de que esta tarde estuviese allí con nosotros la tenía Esther que fue quien empezó a habarle de Domus Mariae. En los meses que lleva en la Parroquia a la que ella pertenece hay cosas de Domus Mariae que ha podido compartir con ellos y que está profundizando. Además, a partir de la celebración de los 25 años de matrimonio de Esther y Ángel ha podido conocer a otras personas de la Asociación. Cuando el P. Feliciano, en la homilía hablaba de esta familia, pensaba que normalmente se habla de lo que hace la gente cuando se va, pero en este caso se estaba diciendo era de alguien que vive y él que ha podido conocerlos y compartir con ellos diversos momentos sabe que era así todo lo que decía de su estilo de vida cristiano, y esto es hermoso. Nos dijo también el P. Martín se alegraba de haber compartido con nosotros este rato y, puesto que Soledad le había comentado que Domus Mariae siempre tiende a extenderse lejos, quizá algún día pueda llegar a Ruanda. De la mesa redonda de los jóvenes señaló que se notaba que había sido preparada, no algo improvisado porque se habían dado ideas muy llenas de contenido; lo que le sorprendió, porque en experiencias similares con jóvenes suele encontrar respuestas vacías. Me ha impresionado lo que han aportado los jóvenes.
Un breve coloquio puso fin a la tarde antes de concluir la jornada con la celebración de la Eucaristía, presidida por el P. Martín y solemnizada por los instrumentos de nuestros músicos que nos ayudaron a cantar al Señor nuestro agradecimiento por su amor en la Acción de Gracias por excelencia que estábamos celebrando. Una ausencia muy presente, la de D. Feliciano, y una gratitud especial en nuestros corazones porque el Señor nunca ha permitido que nos falten sacerdotes en Domus Mariae
VIERNES
Ya de noche, el viernes 19 de octubre, después de una larga jornada de trabajo y estudio, partíamos hacia Calzada de Oropesa, donde la familia Moreno Moreno abre una vez mas las anchas puertas de su Casa de María. Muchos con el recuerdo vivo y feliz de la convivencia de hace unos meses, otros con la ilusión de la vez primera. Sólo una nostalgia, la ausencia de algunos de los que en abril nos acompañaron y, por unas u otras causas, no venían esta vez.
Buen viaje y primera anécdota: ¿dónde están las llaves?. Esther y Ángel pusieron en marcha todos los resortes y mientras se iba en su busca, los demás aprovechamos el tiempo construyendo el gran rosario de cartulina con el que el sábado recorreríamos las calles del pueblo rezándolo.
Al fin llegaron las llaves. Descarga, acoplamiento, cena y primer contacto formal, porque informalmente ya nos conocíamos, incluso los nuevos, y participábamos todos del mismo ambiente de alegría y familiaridad. Terminamos este primer tramo de la convivencia rezando completas y escuchando la carta que Mª de la Soledad, presidenta de Domus Mariae, nos había escrito alentando a todos a abrir con generosidad el corazón a Dios y a plantearse si Dios estaría pidiendo a este grupo de jóvenes que abrieran las puertas de su corazón para construir en él una casa de María y asumir la tarea de construir otras muchas más, de participar en el ideal de hacer del mundo una gran Casa de María. Corrían las primeras horas del sábado cuando nos retiramos a descansar, aunque había quien todavía tenía “cuerda”. Y muy gentiles, los “caballeros” del “torreón”, con “elegantes” atuendos, rondaron ante el “palacio de las damas".
SÁBADO
El sábado fue el día fuerte. Comenzamos alabando al Señor y poniéndonos en sus manos con el rezo de Laudes. Tras desayunar (el bizcocho de la abuela Chelo ya es famoso) subimos al salón parroquial donde Esther expuso una densa e interesante charla, en la que estuvimos acompañados, además de Conchi, la hermana de D. Javier, de un joven de La Calzada, aunque no asistieron otros que esperábamos vendrían de Lagartera.
He dicho charla pero a lo que realmente asistimos fue a una boda con la previa presentación de los contrayentes, el novio “Teo” y la novia “Psico”.
El novio, Teo (teología), según nos explicó Esther, tiene una rica y compleja personalidad por lo que sólo nos presentó una parte de ella, la Palabra de Dios, que ya fue objeto de la charla en la convivencia anterior. Esta Palabra de Dios es la mejor forma que tenemos de comunicarnos con Dios, pero además es el mismo Dios, conforme nos dice el prólogo del evangelio de S. Juan, y por eso es viva, porque Dios vive, el Verbo encarnado, vive. Y además me sitúa en el ámbito sagrado que es distinto del ordinario, es decir produce una ruptura a nivel de la conciencia. Si esa ruptura no se produce, la Palabra no tiene eficacia. Explicó brevemente las cualidades de la Palabra de Dios que es original y totalizadora, trascendente, distinta de todo lo conocido y lo desconocido, activa, es decir, tiene poder dinámico y fuerza eficaz por la que produce lo que significa; es valiosa en sí misma, inmanente, comprometedora, tremenda, pues se presenta con majestad soberana y poder sobre el hombre; personal, porque establece una relación de sujeto a sujeto que es relación de amor; fascinante; es camino, verdad y vida; es liberadora, rompe cadenas.
La novia Psico (psicología), también es rica y compleja y abarca la vida entera del hombre, pero Esther se ciñó a la etapa en la que estaban comprendidos la mayor parte de los jóvenes presentes, la adolescencia, que abarca desde la pubertad hasta que la persona adquiere independencia y autonomía que es cuando empieza la verdadera juventud. Las dimensiones del hombre se dan en polos y los polos que caracterizan la adolescencia nos los presentó en un esquema y los fue explicando lo más sucintamente posible, haciéndoles comprender poco a poco todo eso que ellos sienten en si mismos: las ansias de libertad, los brotes de rebeldía, las decepciones al comprobar la realidad, los sentimientos de culpa que surgen de esos choques; los ideales, la necesidad de razones y de ser comprendidos, los peligros de fugas y falsos ascetismos, la necesidad del grupo, los peligros de crearse una máscara social, el descubrimiento del cuerpo y la extrañeza de si mismos....
Y al fin llegó el gran momento de la boda. Teo y Psico se unieron y su unión, como todo matrimonio verdadero, es una unión fecunda: se trata deDESARROLLAR EN PLENITUD LAS DIMENSIONES DEL HOMBRE POR LA PALABRA DE DIOS.
En la primera polaridad, libertad y operatividad, la Palabra de Dios nos hace tener una concepción de las cosas para elegir con libertad e independencia frente a toda manipulación (Gal 5,1-26). En la segunda, inteligencia y apertura, la Palabra de Dios hace sabio al ignorante (Filp 2,1-5; Colos 3,12-17; Col 2,8; I Tim 4,6-16; II Tim 2,22-25; II Tim 3,1-5; II Tim 3,14-15). En la faceta social y afectiva, la Palabra de Dios nos ayuda a comprender la diversidad y aceptarla, a saber ver lo bueno en el otro, a poner nuestros dones al servicio de todos, y en primer lugar de Dios, la primacía del amor entregado y desinteresado, como el amor del mismo Dios (I Cor12,1-26; Lc 10,25-37; Stgo 3,3-12; I Cor 13,1-13; Rm 12,2-21; Rm 15,1-7). Y respecto a la corporeidad y educabilidad, la Palabra de Dios nos enseña a comprender y valorar en su justa medida nuestro cuerpo y a encauzar, con la ayuda del Espíritu, sus impulsos y potencialidades (Hch 10,24-36; Efes 4,14-16; Lc 11,27-28).
Todo ello resultó ser una ceremonia larga y estábamos bastante cansados, así que agradecimos salir al patio de la casa parroquial a respirar aire puro del espléndido día que hacía y, mientras reponíamos fuerzas, seguimos trabajando. En tres grupos pusimos en práctica lo escuchado. Leyendo al azar algunos textos bíblicos descubrimos qué facetas psicológicas nos ayudaban a desarrollar. Allí mismo, en un corro informal, pusimos en común nuestras investigaciones, acompañados de D. Javier, el párroco de La Calzada, que participó enriqueciéndonos con sus comentarios.
Había que ir a comer, pues luego regresaríamos a seguir trabajando. Intensa jornada.
Cuando volvimos al Salón Parroquial allí estaba Iliana luchando denodadamente con la técnica para preparar la proyección de un video sobre milagros eucarísticos. Otros expertos intentaron ayudarla y nada. Llegó más tarde Ángel. “¡Papá! A ver si tú...” Ángel se puso manos a la obra, toca botón, aprieta enchufe, cambia clavija, mueve conexión, prueba a ver... nada. Mientras, las profanas en tan arcanos temas, rezaban, porque el reloj corría. De pronto la luz proyectada sobre la pared, también se apaga. Sin querer había dado al interruptor. Vuelta a encender y la pared no solo recobra la luz sino que se llena con las deseadas imágenes.
Entonces pudimos comprobar, una vez más, la grandeza de nuestro Dios que acude en socorro de los hombres incluso por los extraordinarios medios del milagro, haciendo brotar carne y sangre del Pan consagrado. Estos ejemplos avivan nuestra gratitud al Señor y confirman la fe en el Misterio Eucarístico.
Después escuchamos el testimonio de un seminarista que conocieron los que peregrinaron a finales de septiembre a Guadalupe y que, aunque deseaba estar con nosotros, sus obligaciones en el Seminario lo impidieron. Por eso nos mandó su impresionante testimonio escrito. Tras una vida de fracasos que le condujo a los más oscuros laberintos de la droga, desengañado de todo y desesperado, asqueado de su propia vida, Después de hablar, por la insistencia de su madre, con un joven sacerdote, descubrió dónde estaba el sentido de la vida y su propio valor como persona. Se acercó, de la mano de este sacerdote, a Dios y terminó en el Seminario. Poro su ejemplo y testimonio otros jóvenes del mismo mundo del que él procedía han vuelto a la fe y a la vida que merece este nombre.
De nuevo en marcha. Ahora hacia la iglesia parroquial, donde celebraríamos la Eucaristía. Pero el corto camino da lugar para nuevas anécdotas. Inesperadamente unos gatitos encantadores, negros como el azabache, salen de un patio a nuestro encuentro. Algunos se enamoran rápidamente de ellos, los miran y admiran, quieren llevarlos... También los gatitos quieren venirse, pero no puede ser. Los más rezagados logran dejarlos, o eso creen, porque cuando ya todos estamos en la iglesia, los músicos preparando sus instrumentos, otros repartiéndose las lecturas y también las moniciones y preces que D. Javier ha preparado para la ocasión, una bolita negra rápida como un rayo se planta ante la escalinata que sube al altar. ¡El gatito! Myriam lo mira embelesada... “Si lo dejamos allí...” Ella y Juan Antonio se hacen cargo del animalito y lo devuelven a lo que se supone que es su hogar.
La Eucaristía es intensamente vivida por todos y solemnizada por nuestros músicos. Al terminar, como estaba previsto, se despliega el rosario preparado el día anterior y comenzamos a rezarlo en el mismo jardín que rodea la iglesia. Pero hay un “extra”. El gatito negro de nuevo estaba allí y Ángel Luis, tomándolo en brazos y arropándolo con una de las cuentas de cartulina del rosario, le invita a participar.
Las calles del pueblo estaban casi desiertas, unas niñas, también con unos perritos pequeños en brazos, animadas por Conchi se suman al itinerante rosario que está resultando de lo más “franciscano”. Iliana marca el itinerario y nos lleva hasta la mismísima plaza del pueblo, allí lo terminamos, con otras tres pequeñas conquistadas por María. De regreso la letanía y de nuevo en casa para cenar ligeros porque no sobra tiempo para subir de nuevo a la Hora Santa. Pero hay un invitado al que no se puede desatender, los más jóvenes se ocupan de buscar y prepararle su ración de leche. Unos sones familiares llegan desde el patio, alguien decidió que también la comida del gatito debía bendecirse y en ello estaban.
La temperatura había descendido mucho cuando subíamos a la Iglesia para la Hora Santa, pero allí se caldeó todo nuestro ser. Rato intenso de oración ante el Señor, Jesús nuestro amigo, dirigido por Esther con sus espirituales reflexiones y guiando los cantos con ayuda de Iliana. Atrás, D. Javier siempre disponible, como ministro del Sacramento de la Reconciliación para todo el que quiso acercarse a abrir su corazón a través de él al Padre Misericordioso, que aguarda siempre con los brazos abiertos.
La Hora Santa duró bastante más de sesenta minutos, pero los jóvenes estaban llenos de vida y la velada, ya en casa, se prolongó durante largo rato.
DOMINGO
El domingo amaneció lleno de luz, en el cielo y en nuestros corazones. Tras rezar laudes y desayunar, comenzamos la puesta en común en la que cada uno fue expresando la experiencia de lo que en las horas que llevábamos juntos había vivido.
Alejandro rompió el fuego. Nos dijo que venía poco predispuesto por problemas personales pero que el Señor le había dado un empujoncito, pues antes de que él se decidiera a plantear un cambio de turno en el trabajo para poder venir, una compañera se lo pidió, quedándole libre el fin de semana, con lo cual vio claro que el Señor quería que viniera. Nos confió que aunque le cuesta levantarse temprano, el rezar Laudes es para él como si todo su ser se llenase de la luz del día. La charla le pareció muy interesante pero le costó asimilar la segunda parte por ser para él un tema desconocido. Le gustó mucho la dinámica de grupo y echó en falta que hubiera más tiempo para otras dinámicas. El video de los milagros eucarísticos, aunque ya lo conocía de la vez anterior, también le gustó. Lo que más le impresionó fue el testimonio del seminarista. Y en cuanto a la Hora Santa nos dijo que al principio su espíritu no estaba en buena forma, pero que después de decidirse a confesar todo cambió y comprobó lo importante que es este Sacramento para poder estar con el Señor, a lo que también le ayudaron los cantos y los testimonios de los otros compañeros al compartir en voz alta su oración, pues siempre necesitamos que alguien nos enseñe. Destacó el sentimiento de unión con todos, con los que conocía más y se relacionó más y con los nuevos compañeros con los que había estado menos tiempo. Pidió que esta experiencia no se quedase en estas pocas horas y al cabo del tiempo se pasase. Le gustaría repetirlo o continuarlo de alguna forma. Agradeció especialmente la atención de D. Javier, que había preparado de forma extraordinaria para nosotros las moniciones y preces de la Eucaristía. Y por último, cuando Esther le preguntó si el sentía esa presencia del Señor en la Eucaristía, dijo que sí y no sólo por la fe, sino también en el amor a los hermanos que vivimos en estos encuentros.
Myriam nos confió que volvía con muchísima paz. Le gustaría que estos encuentros fueran más a menudo. La charla le gustó mucho y lo mejor de todo la Hora Santa en la que “te descargas de todo”. En resumen fue para ella un fin de semana “super...”. No encontró palabras pero su cara lo decía todo.
María también tiene muchas ganas de que haya fecha para la próxima. Le gustó el trabajo por grupos y también la charla, mucho. La Hora Santa, fue para ella más intensa la anterior, pero esta también fue buena. Propone que podía hacerse en el barrio de vez en cuando una Hora Santa.
Iliana dice que le ha gustado mucho todo que cree que ha salido muy bien. Había mucha gente rezando por nosotros y también, cuando lo estaban preparando, vio que había otros muchos que hubieran querido venir y no pudieron. La charla le pareció muy práctica y útil para la formación como personas. Lo único negativo es el traslado al salón parroquial que nos hizo perder tiempos que la vez anterior fueron ratos de convivencia, para jugar o charlar. Y también para las próximas hay que tener en cuenta que es necesario controlar el horario.
Lucía,radiante, confesó que se alegraba mucho de que hubiera podido acompañarnos su madre. Que a ella personalmente le ha venido muy bien porque llevaba algún tiempo en que en vez de dar gracias por lo que tenía estaba triste por las pequeñas cosas que no tenía, auque le pedía a la Virgen que le ayudase a tener alegría. También le gustó la charla por su aspecto práctico.
Maite, nos dijo que le había servido para reflexionar y desconectar y como continuidad de las dos peregrinaciones a Roma y Guadalupe que habían hecho (y que, por cierto, todos tenía continuamente presentes). La charla le gustó mucho y cree. como Alejandro, que para las próximas deberían incluirse más dinámicas de grupo. Cree que es positivo trabajar en grupo porque las opiniones de los demás te hacen ver cosas que tú no has descubierto y también aportan mucho para valorar lo que tienes. La Hora Santa también le gustó pues tal como lo hacemos ayuda a hablar con el Señor y a sentir viva su presencia.
Isabel da las gracias a todos y sobre todo a las madres por las atenciones recibidas. No ha estado allí su madre –nos dice– pero es como si hubiera tenido muchas. Nos confiesa que le costó mucho hacer la Lectura en la Eucaristía porque estaba muy nerviosa, pero afirma que se alegra haberlo hecho y más cuando todos coincidíamos en que dominó muy bien los nervios. También le gustó mucho el Rosario y la Hora Santa que se le hizo muy corta, sobre todo desde que dio el paso de confesarse. También valoró positivamente la charla y el trabajo posterior.
Ester(otra magnífica música que venía por primera vez) nos confió que venía con necesidad de encontrar a Dios pues en la rutina de los días se había ido separando, pero cuando le oyó hablar a Jorge de su experiencia de la convivencia anterior pensó que merecía la pena venir y está muy contenta de haberlo hecho. La charla le gustó porque le ayudó a comprenderse, aunque le creo algunas inquietudes porque ella es “de las que se emocionan con las cosas de Dios”. La confesión durante la Hora Santa le vino muy bien. D. Javier le había ayudado mucho y sintió que verdaderamente estaba Dios allí. También piensa que sería bueno que hubiera más dinámicas de grupo.
Juan Antonio afirma que lo que más le gustó fue la Hora Santa en la que se emocionó cuando se cantó una de las canciones de la peregrinación a Guadalupe. También la charla y el Rosario por las calles del pueblo.
Santos (también “nuevo” y gran músico) dijo que para él la charla fue lo mejor porque dio mucho para pensar y seguir pensando, aunque la Hora Santa fue para él punto culminante. Le hubiera gustado hablar más con los demás y pide que se repita más veces, pues esta convivencia ha sido para él sólo como empezar y tiene que dar muchos más pasos.
Soraya, que no estuvo presente en este rato de puesta en común pues se alojaba en casa de Conchi, nos dio su testimonio el día siguiente. Reconoció con naturalidad y sencillez que ella tiene experiencia de encuentros similares y de oración y adoración, pero la Hora Santa fue totalmente distinta a las que se hacen habitualmente y le gustó mucho. También la convivencia y acogida por parte de todos y, como a los demás, le resultó interesante la charla.
De nuevo luchando con el tiempo, salimos para la Eucaristía. También participamos en la Lecturas y la vivimos con intensidad, esta vez siguiendo al coro parroquial. Al final nos despedimos de D. Javier con gratitud y alegría. El nos emplazó para febrero y le prometimos volver.
Para la comida hubo cambio de planes. En el restaurante donde estaba previsto que comiéramos, al no tener reserva, nos daban hora para muy tarde. ¿No podríamos comer aquí? Esther puso en marcha su “máquina” y allí organizó la comida.
Después de comer y recoger, volvimos a reunirnos para concluir la puesta en común, pues, según nos contó Esther, Juveniel, el ángel de la juventud, había dejado un presente, una caja de madera que contenía una bella historia en la que el protagonista era un lápiz cuyas cualidades se nos invitaba a imitar. A cada uno se le entregó la historia junto un lápiz. Y se remataron las conclusiones con todo un programa expuesto por Iliana y aprobado por los demás. Puesto que todos reclamaban más contactos y a todos les gustaba fundamentalmente la Hora Santa se concluyó que una vez al mes, la primera a mediados de noviembre, se reunirían, si era posible en la Parroquia de S. Mateo de Ciudad de los Ángeles. Desde este momento todos empezarían a leer cada día la Palabra de Dios y en la reunión se pondrían en común los pensamientos y vivencias que cada uno hubiera ido teniendo. Luego tendrían una Hora Santa. También quedaron para participar en la Vigilia Juvenil de la Fiesta de la Almudena de Madrid y en la Vigilia de la Inmaculada de Getafe.
Los jóvenes están en marcha y con ansia de atraer a otros muchos.
Como todo tiene un fin, llegó la hora de despedirse, pero aunque costó trabajo “arrancar” nos fuimos todos llenos de alegría.
TESTIMONIO
Así nos cuenta Alejandro su primer día tras la Convivencia.
Empecé el lunes muy alegre, con alegría. Por la mañana me faltaba algo y era leer y meditar las lecturas del día.
En el trabajo sentía todavía el retiro: alegría, una sonrisa… nada me hacía ponerme de mala cara, ni siquiera cuando me llamaron por teléfono para pedirme unas cosas que no había en ese momento, al revés contesté con tal dulzura que la persona que estaba al otro lado, no sé porqué, se calmó, su tono de voz también. Noté que el amor de Dios estaba presente, y que si tú das paz recibes paz. Que bonito si todo el mundo fuera así.
La verdad es que me alegro de poder haber ido. Sólo esa sensación de paz, de tener ganas de leer las lecturas de cada día, no es simplemente por que tú lo quieras o porque hayas hecho ese compromiso, creo que cuando te entregas al Señor Él actúa en ti, que no eres tú es tu espíritu quien inquieto te dicta a amar todavía más todas las cosas, todos los actos que sueles hacer los realizas con amor. La verdad es que sí veo la mano del Señor en donde miro.
Creo que todo esto sería más bonito con más juventud. Yo creo que es posible, o ahora mismo soy como un loco, sea don Quijote que veía cualquier cosa cumplida. La verdad es que si hay que dar algo de locura, yo la pongo sólo por ver eso, las personas cambiarían mucho y también el mundo.