Fiestas y celebraciones
Los evangelios nos dicen que María estaba desposada con un hombre llamado José. Y añaden que era juesto. También nos cuentan los evangelios que era carpintero. Tan poquito nos cuentan y no recogen ninguna de sus palabras, pero por sus hechos sabemos que era un hombre que se fiaba de Dios y a Él confiaba sus problemas, que cuando sabe cual es la voluntad de Dios para él no duda en llevarla a cabo sin miedo a las dificultades. Defiende a su familia cuando es amenazada también siguiendo la voz de Dios. Y enseña el oficio a su hijo, lo que hace suponer que le eseñó muchas cosas más, entre ellas, como buen padre a vivir conforme a la religión y las tradiciones de su pueblo. Cumplidor de la Ley pues circuncida al Niño a los ocho días y lo presenta en el Tempo como mandaba la Ley. En resumen un hombre bueno, de fe fuerte, que vive unido a Dios, cumple con su deber. Un hombre humilde y valiente que sabe cual es su papel. Su sí a Dios y su colaboración al plan salvador de Dios no están lejos del sí y de la entrega de María, su Esposa.
Mateo 1, 16. 18-21. 24a
Jacob engendró a José, el esposo de Maria, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: -«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a Maria, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.» Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.