Adviento Ciclo B
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Evangelio según san Marcos, 13,33-37
Comenzamos el Adviento escuchando una llamada a velar, a estar en vela, como el que aguarda que suceda algo importante y no quiere estar dormido cuando eso suceda.
Nosotros vamos a celebrar algo importante: que Dios se hace hombre y no queremos que cuando llegue el día de Navidad nos encontremos sin estar preparados porque queremos abrir un poco más nuestro corazón a Jesús, queremos que viva en nosotros, que llene nuestro ser, para cada vez amarle más, ser mejores discípulos suyos, parecernos más a Él.
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Reflexionamos ¿Te parece importante la celebración de la Navidad? ¿Por qué? ¿Qué vas a hacer para prepararte? Pide a tus padres, catequistas o profesores "pistas" que te ayuden a pensarlo. ¿Qué puedes hacer para ayudar a tus amigos o compañeros a prepararse para celebrar bien la Navidad? |
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En la Eucaristía del Domingo lo ofrezco a Dios junto con el pan y el vino. |
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Evangelio según san Marcos, 1,1-8
Juan Bautista anuncia la llegada inminente de "Aquel que tenía que venir", prepara al pueblo de Israel para el momento más importante de la Historia, la presencia de Dios en el mundo hecho hombre. Solo serán capaces de recibirle, de acoger su mensaje y de seguirle aquellos que se conviertan, que cambien su corazón, su mentalidad, que limpios de pecado se abran a Dios.
También para nosotros es esta llamada. También nosotros tenemos que convertirnos, que cambiar nuestra mentalidad, que abrir nuestros corazones al Señor. Tenemos que revisar nuestra vida y ver lo que tenemos que quitar o poner para allanar el camino al Señor.
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Reflexionamos ¿Quiénes son para ti como Juan Bautista, los que a tu alrededor te dicen lo que Dios quiere de ti? ¿Cómo los escuchas? ¿Procuras hacer lo que te dicen? ¿Has pensado que tú también puedes ser profeta, puedes hacer el papel de Juan Bautista? Lo haces cuando actúas conforme a lo que Dios nos pide, cuando explicas por qué lo haces así, cuando con amor le dices a otro que su forma de actuar no es buena? |
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En la Eucaristía del Domingo lo ofrezco a Dios junto con el pan y el vino. |
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Evangelio según san Juan 1,6-8.19-28
Hoy el evangelio nos vuelve a presentar a Juan Bautista que no se arroga ningún título que no le corresponda. El es simplemente "la voz", aquel que habla el mensaje que Dios le ha encargado. Y su llamada es apremiante porque ya está entre ellos el que ha de venir, pero al que no le conocen.
También entre nosotros está Jesús y no sabemos reconocerle. Por eso, ya muy cerca la Navidad, tenemos que intensificar nuestra preparación y ha de crecer nuestra alegría, porque la Navidad, que es presencia de Dios entre los hombres, es manifestación de su inmenso amor por nosotros.
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Reflexionamos ¿Cómo está ahora presente Jesús entre nosotros. ¿Dónde podemos verle y descubrirle? ¿Conoces personas que te hacen presente a Jesús, que te ayudan a sentirle cerca, a darte cuenta de que es un Amigo con el que compartir tu vida? ¿Cómo puedes tú mismo hacer presente a Jesús? ¿Que otros le sientan cerca y amados por Él? |
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En la Eucaristía del Domingo lo ofrezco a Dios junto con el pan y el vino. |
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Evangelio según san Lucas, 1,26-38
En el Adviento hay una persona clave: La Virgen María.
Dios, que creo al hombre para que pudiera compartir con Él conscientemente la maravillosa obra de la creación, quiso también contar con ese hombre, que le había dicho no acarreándose su propia desgracia, para realizar la Redención. La primera persona con la que contó es con María. A Ella le propuso su plan de salvación y le pidió su colaboración. Ella escuchó, reflexionó y aceptó entregándose totalmente a Dios. Si sí hizo posible el maravilloso misterio de la Encarnación: Dios se hace uno de nosotros, comparte nuestra vida, sometiéndose a la limitación del hombre. Se hace niño necesitado de todo para poder sobrevivir. Así es el amor de Dios. Amor ante el que sólo cabe la respuesta de María: "Hágase en mí según tu palabra"
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Reflexionamos Lee muy despacito el Evangelio de hoy y fíjate bien en las actitudes y reacciones de la Virgen. Procura imaginarte en su lugar para comprender sus sentimientos. Pide a tus padres, profesores o catequistas que te ayuden. ¿Cómo podemos escuchar nosotros a Dios, lo que quiere que hagamos para colaborar en su obra salvadora? Cuando te das cuenta de que Dios quiere que actúes de una determinada manera o tengas unas actitudes concretas, ¿procuras hacerlo así o "te haces el loco"? |
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En la Eucaristía del Domingo lo ofrezco a Dios junto con el pan y el vino. |
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