¡Al fin! después de lograr cuadrar la fecha apurando al máximo el curso pudimos tener este encuentro del grupo de Figueres con el Consiliario, la Presidenta y la Secretaria de la Asociación, que hasta allí se desplazaron. Un cómodo viaje en tren y con la hospitalidad propia de este grupo, en la estación de Vilafant, esperando a los viajeros, Ana María, que los llevó hasta el hotel. Tras dejar el equipaje, comer y un pequeño descanso, acudieron al Cor de María. Allí el primer encuentro con la Hermana. Carmen y las que pudieron asistir del grupo. La Presidenta reflexionó sobre el gran reto que supone la transmisión de la fe y cómo lo hacemos en las casas de María. Nos dijo: Tenemos un buen método: leemos la Palabra de Dios cada día e intentamos vivirla, repasamos el Catecismo, y tenemos otras ayudas como la Hoja mensual y la página Web; podríamos decir que, con todas las limitaciones, nuestra Asociación es educadora en la fe. Pero ¿lo es eficazmente? ¿Cómo podemos mejorar? Para ello nos recordó unas palabras del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil: «La Iglesia, cuando busca a Cristo, llama siempre a la Casa de María y le pide: “Muéstranos a Jesús”. De ella aprende el verdadero discipulado. He aquí por qué la Iglesia va en misión siguiendo siempre la estela de María». Y también las tres actitudes de la Iglesia en Misión que el Papa señalaba: mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría.
Tras el coloquio que se tuvo a continuación, tuvimos un rato de oración en la capilla, con el Santísimo, ayudados de las reflexiones de nuestro Consiliario.
El domingo la fiesta de familia, porque allí estaban las familias de las Casas de María, primero la Eucaristía y luego la comida que con trabajo y cariño preparan las anfitrionas. Y de sobremesa la tertulia, que siempre se hace corta y de nuevo las despedidas. Para todos unas apretadas horas que llenan los corazones con el soplo vivificador del Espíritu, como no puede ser de otra manera cuando nos reunimos en el nombre del Señor de la mano de María.
Junio 2017
El punto de encuentro en la Catedral; fue muy emotiva la entrada por la Puerta Santa para ganar la indulgencia plenaria: el coro de Madrid entonando el precioso canto "Que alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor " y así cantando llegamos a la capilla donde se celebró la Santa Misa. En la homilía Don Juan Bautista Granada nos recalcaba que ya estaba por concluir el Año de la Misericordia pero que no acababa aquí, y nos motivaba a continuar practicando la misericordia de Jesús con nuestro ejemplo y acciones, dando testimonio de ello. Sus palabras siempre nos llegan al corazón y nos hacen pensar y reflexionar.
Concluida la Santa Misa, todas juntas, como una gran familia, nos reunimos para comer y tuvimos la oportunidad de convivir con el grupo de Madrid y compartir muchas experiencias vividas.
Después nos trasladamos a la casa del Cor de Maria donde se celebró un acto mariano en la capilla, pidiendo a nuestra Madre que nos enseñe a seguir por el camino que Jesús nos indica.
Después una charla muy emotiva donde todas tuvimos la oportunidad de explicar que nos llevó a este encuentro y qué nos llevamos de ello. El grupo de Lérida, Madrid y Figueras compartimos cada una nuestros sentimiento, fue muy enriquecedor porque aprendimos y conocimos la motivación de cada una. Coincidiendo, en que había sido un día precioso, cargado de mucha espiritualidad, vivencias y cariño, sintiéndonos como una familia y compartiendo una misma fe.
Nos despedimos con mucha ilusión y agradeciendo al grupo de Lérida todas sus atenciones y su gran hospitalidad y cariño. Regresamos a Figueras con mucho ánimo de seguir renovándonos cada día.
Dando gracias a Dios por haber hecho posible este encuentro y recordando con cariño a nuestras compañeras que por distintos motivos no pudieron asistir.
Virginia Padilla