Crónica Encuentro anual 2010
Veintiún años de vida ha cumplido Domus Mariae en Lleida, lo recordaban en el cartel anunciador que difundieron para dar a conocer el encuentro anual en la Fiesta de Cristo Rey. Encuentro al que acudieron este año, junto a la Presidenta y la Secretaria de la Asociación otros dos miembros de la Junta Directiva: Mª Begoña Cristino y Mª Carmen Almansa. Quien no pudo acudir, pues no fue posible trasladar el encuentro al fin de semana siguiente, fue nuestro Consiliario. Aun así, fue un encuentro fructífero y lleno de alegría, empezando por los trayectos en tren de ida y vuelta. Allí contamos con la compañía del Sacerdote que atiende al grupo: D. Joaquín Lax, que se incorporó a la reunión del sábado por la tarde y presidió la Eucaristía de este día y la del domingo. Él nos animó, de forma muy directa en la homilía de la primera, a vivir nuestro carisma, recordándonos lo fundamental de nuestros Estatutos.
Lo primero que hicieron las viajeras, tras dejar el equipaje en la Residencia de la Academia Mariana donde pernoctaron, fue visitar a Mª Mercé, a quien la enfermedad la impedía asistir a los actos. Un encuentro entrañable y emotivo por el cariño que nos une. Después el programa fue el habitual en el Cor de María: La charla de nuestra Presidenta, incidiendo sobre nuestro carisma y muy práctica al explicar el método de la Lectio Divina. Así lo expresaron en el coloquio posterior asegurando que ahora harían con más perfección la Lectura de la Palabra de Dios. Terminó la tarde con la Eucaristía y luego Aurora, Directora Local, Mª Rosa, Secretaria-Tesorera Local, Rosita y Dolors acompañaron a cenar a las de Madrid. El domingo comenzó con otro gesto de hospitalidad, Dolors subió en su coche y acompañó a las madrileñas a visitar la Seu Vella. Después, la celebración de la Eucaristía profundamente vivida en la Capilla de las Religiosas. A continuación, la comida y de nuevo por la tarde, tiempo de charla en el Cor de María, donde de nuevo nos acompañó M. Asunción. Las que fuimos de Madrid volvimos con el corazón ensanchado por esas horas intensas en que vivimos la amistad con el grupo de Lleida y compartimos esfuerzos, dificultades y también ilusiones en nuestro empeño común de construir Casas de María con la confianza puesta en el Señor y la seguridad de la ayuda y protección de nuestra Madre.