La Pascua es la fiesta más grande  que puede celebrarse, es la gran fiesta del amor de Dios por el hombre, por todos los hombres.

En la Pascua celebramos nuestra salvación: Dios, por amor , solo por amor, se ha hecho hombre en Jesucristo para entregar su vida por nuestra salvación. Por la entrega de Jesucristo en la Cruz y su victoria sobre la muerte en la Resurrección, nos ha salvado para siempre y a todos del pecado y de la muerte.

Porque sabemos esto, porque sabemos que Jesucristo nos ha liberado y nos ha hecho partícipes de su vida divina. Porque somos hombre nuevos iluminados por la luz de su Resurrección, celebramos la gran fiesta de la Pascua , no sólo en la Vigilia Pascual y el Domingo de Resurrección, sino durante toda la Octava de Pascua, como si fuera un solo gran día de fiesta, y durante las siete semanas del Tiempo Pascual. Y también ¡durante todo el año!: CADA DOMINGO CELEBRAMOS LA PASCUA, el "Paso" del Señor que nos ha hecho "pasar" de la muerte a la Vida.

• La LUZ es el gran símbolo de la Pascua, no es una luz cualquiera, es la luz de Cristo representado por el Cirio Pascual que nos presidirá durante todo este Tiempo Litúrgico. El Cirio Pascual del que tomamos la luz para encender nuestras pequeñas velas que iluminaron la oscuridad de la noche.

• También el AGUA es otro gran símbolo de la Pascua. El agua, fuente de vida, de esa Vida nueva de hijos de Dios a la que nacimos el Día de nuestro Bautismo.